Una de las mayores criptodivisas por valor de capitalización bursátil, XRP, permanece en el foco de atención de toda la criptocomunidad desde hace varios años.
Esto no solo se debe a que estos operadores o inversores han apostado por ella, sino también a que Ripple (la empresa propietaria de la mitad de la oferta de XRP), según creen, está luchando actualmente contra el enfoque global del regulador estadounidense Comisión de Bolsa y Valores (SEC) en los tribunales. El resultado de esta larga batalla judicial determinará el futuro destino del panorama de la regulación de las criptomonedas en Estados Unidos.
Cómo XRP y Ripple a existir
Ripple fue fundada en 2012 por Jed McCaleb y Chris Larsen bajo un nombre inicial OpenCoin. Un año después, OpenCoin pasó a llamarse Ripple Labs. Mientras tanto, en 2011 McCaleb, David Schwartz y Arthur Britto crearon el XRP Ledger (XRPL) con XRP como token nativo. Se emitió por valor de 100 millones.
Entonces McCaleb participó en la creación tanto de OpenCoin como de XRP Ledger, XRPL y 80 millones de XRP a Ripple. La compañía insiste en que XRP no es su moneda nativa a diferencia de los casos de otras blockchains en el mercado, como Ethereum (ETH), Cardano (ADA), Bitcoin (BTC), Dogecoin (DOGE), etc. A diferencia de varios intercambios de criptomonedas que existían en ese entonces – Bitcoin, Litecoin y Dogecoin – Ripple optó por centrarse en la cooperación con los bancos y las remesas para utilizar XRP para transacciones transfronterizas rápidas y baratas.
Jed McCaleb fue el primer director de tecnología (CTO) de Ripple, sin embargo, en 2013, sus planes para el desarrollo de la empresa no coincidían con los de Chris Larsen y el primero optó por dejarlo.
Al renunciar, recibió nueve mil millones de XRP como parte del contrato con la condición de que se abstuviera de vender todos estos miles de millones a la vez para evitar un desplome del precio del XRP, lo que ocurriría en ese caso. McCaleb comenzó entonces a vender sus XRP gradualmente, en pequeñas porciones cada año, luego cada mes. Finalmente vendió los restos de su alijo de XRP en septiembre de 2022.
Tras abandonar Ripple, McCaleb fundó su propia blockchain Stellar con un token nativo XLM para centrarse en objetivos similares a los de Ripple. Sin embargo, mientras que la empresa de Larsen optó por centrarse en transacciones fluidas y baratas para los bancos, Stellar quería crear un sistema para transferencias de dinero asequibles para particulares con un enfoque particular en los países en desarrollo. El puesto de CTO en Ripple lo ocupa actualmente David Schwartz, uno de los creadores de XRPL.
Mientras tanto, XRP se convirtió rápidamente en una criptomoneda popular en el mercado y rápidamente se convirtió en la tercera moneda más grande por tamaño de capitalización de mercado, después de Bitcoin y Ethereum. XRP se mantuvo en ese honorable lugar hasta diciembre de 2020, cuando la SEC comenzó su demanda que continúa ahora.
La SEC demanda a Ripple pero deja en paz a Ethereum
A finales de 2020, el presidente de la SEC por aquel entonces era Jay Clayton. Fue él quien inició una demanda contra Ripple, alegando que XRP era un valor no registrado y acusando a Ripple de vender miles de millones de estos activos «ilegales» a inversores institucionales y minoristas. El caso legal también se volvió contra el CEO de la compañía, Brad Garlinghouse, y su cofundador y presidente ejecutivo, Christ Larsen.
Se les acusó de ganar personalmente más de 1.000 millones de dólares con la venta de valores no registrados (XRP) a instituciones financieras.
Las partes intercambiaron numerosos golpes en los tribunales hasta el verano de 2023, cuando el juez dictaminó que las ventas de XRP en el mercado secundario no calificaban como valores. Unos meses más tarde, la SEC retiró sus cargos contra Garlinghouse y Larsen para centrarse mejor en sus intentos de demostrar que las ventas de XRP a instituciones financieras pueden denominarse venta de valores.
El reciente caso de la SEC abandonando su investigación contra Ethereum 2.0 confirmó el veredicto inicial del regulador de que las ventas de ETH en varios mercados no se califican como ventas de valores. Esta victoria, aunque celebrada por muchos en el criptoespacio, ha suscitado dudas por parte de Ripple y el ejército de titulares de XRP.
Predicción del precio del XRP
XRP alcanzó un máximo histórico de 3,84 dólares hace seis años: el 4 de enero de 2018. A estas alturas, el precio de la moneda ha bajado más de un 87%. Recibió un empujón masivo a la baja cuando comenzó la demanda SEC-Ripple y muchas grandes bolsas comenzaron a suspender el comercio de XRP o incluso a excluir de la lista a esta criptodivisa. Entre ellos se encontraban Coinbase, Binance US y Bitstamp.
En julio de 2023, cuando Ripple vio su gran victoria contra la SEC, el precio del XRP se disparó hasta los 0,8$, pero poco después volvió a bajar hasta los 0,47$.
Muchos tenedores de XRP esperan que el pleito termine este año y están seguros de que cuando Ripple gane, XRP subirá a la luna o al menos superará el dólar. En una entrevista reciente, el CEO Garlinghouse mencionó el 21 de septiembre de este año como posible fecha en la que este largo pleito terminará.
Si esto sucede efectivamente, entonces para finales de 2024, los analistas esperan que XRP alcance los 0,7 dólares y para finales de 2025, sus predicciones nombran 1,18 dólares como el nivel de precio máximo que la moneda será capaz de alcanzar.
Teniendo en cuenta el hecho de que Ripple ahora tiene la intención de crear su propia stablecoin respaldada por el dólar estadounidense, estas predicciones tienen más posibilidades de hacerse realidad.
