El año pasado, la popularidad de los criptojuegos de pulsar para ganar fue en aumento. Ofrecían un pasatiempo sencillo y adictivo: todo lo que tenían que hacer los jugadores era tocar repetidamente la pantalla de un smartphone para ganar monedas o fichas locales del juego. Se les prometía que esas recompensas en tokens acabarían convirtiéndose en criptomonedas reales y cotizarían en bolsas de criptomonedas reales.
Esos juegos para teléfonos inteligentes explotaron en popularidad en plataformas como Telegram, sumándose a la ola de juegos casuales y al entusiasmo por las criptomonedas. Además, parecía una forma muy fácil de entrar en el espacio cripto. Sin embargo, a estas alturas, esta tendencia, muy popular y alucinante, parece estar perdiendo fuerza rápidamente. Exploremos este tema y veamos qué está ocurriendo realmente.
El anhelo por los juegos «tap-to-earn» se desploma
Google Trends ha confirmado lo que ya es evidente para muchos usuarios de criptomonedas: el interés global por las búsquedas de «tap-to-earn» se desplomó un 80% el año pasado, entre junio y diciembre. Una caída enorme para un frenesí que presumía de tener millones de usuarios activos diarios e incluso atraía la atención de inversores y operadores serios de criptomonedas.
Estos juegos no han caído en el olvido del todo. Muchos usuarios de Telegram todavía juegan a ellos y persiguen fichas en el, pulsando las pantallas de sus smartphones. Sin embargo, los jugadores expertos admiten que la sensación de innovación y novedad se está desvaneciendo. Para muchos, las recompensas en fichas se han agotado, algunos ya no creen que esto de dar golpecitos valga la pena.
Fíjate en uno de los nombres más importantes en ese espacio de tap-to-earn, Hamster Kombat. A finales de 2024 y a principios de 2025, el número de usuarios activos diarios cayó en picado. En particular, esta salida se debió a lo que se consideraba una distribución injusta de las recompensas de los tokens. Además, los múltiples retrasos en la cotización de esos tokens en bolsas reales, las vagas explicaciones de los planes por parte de los desarrolladores y otros factores enfriaron las expectativas y esperanzas de los usuarios. Muchos admitieron,después, que habían perdido el tiempo haciendo tapping en la Batalla del Hámster y no habían recibido en absoluto las recompensas esperadas.
Antaño un fenómeno con una enorme demanda y nivel de popularidad, Hamster Kombat parece ahora casi completamente desierto y olvidado. Y hay otros juegos similares: Notcoin, Catizen, TapSwap y muchos otros. Algunos juegos han conseguido mantener a sus usuarios, otros parecen seguir floreciendo. Pero muchos prácticamente se han hundido sin dejar rastro perceptible por la misma razón: las esperanzas de ganar criptomonedas sin mucho esfuerzo se vieron truncadas por la reducción de los pagos, las elevadas comisiones de gas, los límites de retirada, etc., haciendo que los jugadores se cuestionaran todo el concepto de estos juegos y la utilidad real de sus tokens ofrecidos como recompensa.
Detenido en Rusia el cofundador de Blum
La reciente detención del cofundador de un criptoproyecto similar a Telegram, Blum, Vladimir Smerkis, ha aumentado el escepticismo que rodea a este espacio. Vladimir es famoso en la criptoesfera no sólo por dirigir Blum como jefe de marketing, sino también por ser el antiguo jefe de Binance en Rusia.
Blum es una plataforma híbrida de Telegram que combina características de las bolsas de criptomonedas centralizadas y descentralizadas para quienes anhelan explorar el nuevo y valiente mundo de la Web3. Smerkis fue puesto bajo custodia acusado de fraude a gran escala, y se enfrenta a penas de entre dos y doce años de prisión.
Blum también ofrecía a los usuarios hacer agricultura, completar diversas tareas e invitar a amigos a unirse a la plataforma. Todo ello se recompensaba con puntos Blum. Estos puntos se utilizan dentro del ecosistema de la aplicación, de forma similar al modelo de tocar para ganar utilizado por Hamster Kombat.
Ahora, la detención de Smerkis ha ensombrecido todo el concepto tap-to-earn, y muchos usuarios prefieren distanciarse de este tipo de juegos y plataformas. Tras su detención, Smerkis renunció a su papel en Blum y ya no está afiliado al proyecto de ninguna manera.
¿Qué sigue después de los juegos de «tocar para ganar»?
Este rápido ascenso y la rápida caída de Hamster Kombat y otros juegos de tap-to-earn parecen significar un patrón más amplio: la falta de creencia en que los conceptos publicitados puedan funcionar a largo plazo, ya que apenas son capaces de mantener un interés duradero, al carecer de utilidad real y valor económico.
Inicialmente divertidos y frescos para los usuarios, todo lo que estos juegos conseguían ofrecer era tokenómica especulativa. Como cada vez más jugadores acabaron dándose cuenta de que apenas ganarían nada significativo y, desde luego, no se forrarían, decidieron dejar atrás esos juegos de grifos y pasarse a otros proyectos prometedores.
Los inversores empezaron a dirigir su atención a otras áreas en rápida evolución del espacio criptográfico: protocolos de cultivo DeFi, proyectos con herramientas de IA integradas en ellos y redes de capa 2 (incluidas las de Bitcoin). En lugar de ofrecer tocar una pantalla a cambio de unas monedas, estos proyectos tienen casos de uso sólidos, narrativas más fuertes, con una tecnología más prometedora en su base. Telegram sigue siendo una popular aplicación de mensajería y no el centro de un frenesí criptográfico, al menos por ahora, ya que sigue siendo una plataforma prometedora con una enorme base de usuarios activos.